¿Cuánto vale un docente?
¿Cómo se establece el salario de un ingeniero mecánico, o el
de un camionero o el de un repositor de supermercado?
Como consumidores de bienes finales nosotros no contratamos
a estas personas sino que lo hacemos en forma indirecta al valorar los
productos o servicios que las empresas que les dan empleo nos ofrecen.
Porque estamos dispuestos a pagar $ 200.000 por un auto es
que un empresario decide fabricarlos pagando una parte de ese precio al
ingeniero que necesita o a la empresa de camiones que transporte los vehículos
desde la planta a las concesionarias.
El bien que apreciamos es el auto. El salario del ingeniero
depende de eso. Si ese mismo ingeniero, en lugar de haber aprendido a hacer
autos hubiese aprendido a hacer cámaras fotográficas que funcionan con
celuloide su salario hoy sería cero, independientemente de lo bueno que fuera en su tarea.
El salario del docente es un bien intermedio del servicio de
educación. Por lo tanto, el bien valorado por la población es el bien
educación. Por ser de carácter obligatorio no sabemos cuánto está la población
dispuesta a pagar por ese bien.
Podemos saber que es un bien valorado pues mucha gente
decide enviar a sus hijos a escuelas de administración privada a pesar de la
oferta estatal gratuita de escuelas. Sin embargo, no hay competencia por la
educación, pues todas las escuelas están obligadas a enseñar lo mismo por determinación
del gobierno. Así que lo que cada familia paga por el servicio no tiene que ver
con la educación sino con la calidad con la que se presta un servicio
presuntamente uniforme.
Entonces, si no hay un mercado de la educación no podemos
saber cuánto la población está dispuesta a pagar por ella voluntariamente. El
gobierno le extrae en forma compulsiva recursos para pagar a los docentes que,
a su vez, intentan hacer lo mismo con el gobierno.
Si los salarios docentes no son establecidos por medios
económicos –acuerdos libres y voluntarios- sino por medios políticos –el uso de
la coacción- no debería extrañarnos que los sindicatos utilicen los medios
políticos para conseguir lo que se proponen, tal como lo hace el gobierno al
recaudar impuestos. Aunque Baradel sea gordo, sucio y feo y María Eugenia Vidal
rubia y dulce.
En definitiva, a estos sujetos no les interesa que la mitad
de los que están obligados a estudiar abandone los estudios.
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