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sábado, 30 de mayo de 2020

Lo que se hace con lo que sucede


"Un empeñoso obrero que se gana su sustento queda inválido por un accidente de trabajo; queda imposibilitado para trabajar, pero el desdichado recibe con el tiempo una pequeña pensión por accidente y aprende a sacar partido de su mutilación, como mendigo. Su nueva vida, si bien estropeada, se basa ahora justamente en lo que le hizo perder su vida primera. Si ustedes logran quitarle su invalidez, al principio se queda sin medios de subsistencia; y hasta es dudoso que sea capaz de retomar su trabajo anterior. Lo que en el caso de la neurosis corresponde a esa clase de aprovechamiento secundario de la enfermedad podemos adjuntarlo, como ganancia secundaria, a la primaria que ella proporciona." Sigmund Freud.

La Argentina se encamina hacia su decimotercera semana de cuarentena y resulta cada vez más claro que su gobierno explota la ganancia secundaria de la pandemia. Como el caso del enfermo obsesivo que describe Sigmund Freud encuentra en la penosa situación que vive el país, inmerso en una amenazante emergencia sanitaria y una catastrófica crisis económica, la oportunidad que deseaba y acaso no imaginaba para hacerse de la suma del poder público cuando apenas llega a sus primeros seis meses en la administración.

En varias de las últimas entradas de este blog nos preguntábamos de qué manera resolveríamos los problemas. Sin matices, el gobierno ha optado por las soluciones autárquicas antes que democráticas y ha apelado a los ya muy trillados artilugios discursivos para denostar a cualquiera que siquiera intente discutir sus políticas.

Con el poder legislativo y el poder judicial licenciados, suspendidos los derechos y garantías de los individuos consagrados en la Constitución Nacional y los medios de comunicación bajo un vergonzoso autosometimiento, del que sólo algunos periodistas escapan para mantener la reputación conseguida en décadas de trabajo, sólo en las redes sociales se expresa el disenso: ínfectocracia e infectadura son los significantes que expresan la nueva polarización, a medida de lo que el gobierno espera.

Los mensajes en contra de la meritocracia siguen a los ataques contra la propiedad privada, junto a los intentos para cerrar todas las causas por corrupción abiertas a los líderes del gobierno que entregó el poder en 2015. Atisbos del pretendido Nuevo Pacto Social.

Por si no fuera suficientemente dramática esta situación, el coronavirus avanza entre la población. Lejos de dejar la polarización para la puja política, el gobierno convierte a la estrategia para combatir la epidemia en el escenario elegido para consolidar su poder. Cualquier análisis que no pase por profundizar las medidas restrictivas son ignorados, o peor, acusados de preferir las ganancias económicas a la vida.

Para quienes sí estén interesados en conocer el estado de situación del mundo frente a la pandemia, hay numerosos estudios que permiten comprender la situación:

- Más de 4300 trabajos que analizan diversas intervenciones sanitarias, desde aquellas que estudian la acción de medicamentos conocidos para tratar a otras patologías hasta las que estudian la utilización de los barbijos para prevenir los contagios.
- Otros comparan la eficacia de las cuarentenas frente al avance de los contagios https://covidtracker.bsg.ox.ac.uk/stringency-scatter a través del tiempo.
- Otros proponen estrategias como la variolización para conseguir la inmunidad de la población: http://www.overcomingbias.com/2020/03/variolation-may-cut-covid19-deaths-3-30x.html,
- Otros se preguntan cómo es posible que comiencen a reducirse los contagios cuando la inmunización de manada es aún baja: https://www.nytimes.com/interactive/2020/05/28/upshot/coronavirus-herd-immunity.html?utm_source=Nature+Briefing&utm_campaign=4b56fd8c7f-briefinghttps://1drv.ms/b/s!ArCrIUJK7Bs80UtZGZL4SlQRq3-w?e=HbWiA5-dy-20200528&utm_medium=email&utm_term=0_c9dfd39373-4b56fd8c7f-44052153
- Otros muestran cómo la enfermedad ha avanzado en países como Italia:https://1drv.ms/b/s!ArCrIUJK7Bs80UtZGZL4SlQRq3-w?e=HbWiA5

Quien profundice en el análisis de tan variada información podrá encontrar alternativas para encontrar las mejores soluciones posibles para salvar la mayor cantidad de vidas a la vez que se pone en marcha la actividad que permita a la sociedad alcanzar metas un poco más ambiciosas que la simple supervivencia.

Borges decía que no importa lo que sucede, sino lo que se hace con lo que sucede.
Los argentinos preferimos gozar de la ganancia secundaria de la enfermedad antes que curarla.

domingo, 10 de mayo de 2020

Fakes y manipulación.

Tal vez a alguno de ustedes les haya llegado esta entrevista a la Dra Judy Mikovitz, una reputada viróloga, que denuncia las falsedades y las conspiraciones sobre la pandemia de Covid-19:
https://plandemicmovie.com/, oportunamente borrado de YouTube.

Es un ejemplo práctico sobre el tratamiento que le damos a la información y a lo que consideramos verdadero.

Antes que nada, vale aclarar que los humanos no tenemos forma de evitar los sesgos cognitivos, esto es, no podemos recibir información que se sea capaz de atravesar los filtros que son nuestras creencias previas y nuestros modelos mentales de razonamiento. Simplemente, lo que nuestra mente no puede captar no lo capta, como cierta gama de colores o de sonidos.

¿Es cierto todo lo que dice la Dra. Mikovits? No lo sé. Entre otras cosas porque no se nada de virología. ¿Es verosímil? Para responder a esto acudo a mis prejuicios y mis modelos mentales. Si soy afecto a creer en teorías conspirativas, el escenario de la entrevista es ideal: una persona con apariencia seria y antecedentes en la materia crea el marco ideal para que le crea. Aunque en la nota se expresen ideas científicas, como por ejemplo el cuestionamiento a la utilización de células de otras especies para hacer vacunas para humanos o la inconveniencia de la esterilización de los ambientes para el desarrollo de nuestro sistema inmunológico, mezcladas con argumentos sobre la corrupción del complejo industrial farmacéutico en colusión con organismos gubernamentales -que son los que autorizan las patentes- nacionales e internacionales y con empresas de comunicación.

En cambio, si soy proclive a creer la explicación oficial, el mainstream, voy o bien a ignorar los argumentos o bien a buscar información que o los refute o desacredite al personaje.

Lo primero que hice luego de ver el video fue ir a Google a buscar ambos contraargumentos. Lo que primero aparece es una gran cantidad de accesos que atacan la reputación de la Dra. Mikovits, como este: https://www.technologyreview.com/2020/05/07/1001252/youtube-covid-conspiracy-theories/, y es difícil encontrar la contraargumentación sobre los aspectos virológicos e inmunológicos, que los hay, entre los miles y miles de papers publicados en los journals científicos, como también los hay a favor de los argumentos de la doctora. Pero es así, así avanza la ciencia, con conjeturas y refutaciones, como explica en su libro homónimo Karl Popper.

Es indudable que detrás de toda indicación médica hay conflicto de intereses. También es muy sospechoso que detrás de las montañas de dinero que se están destinando para encontrar una vacuna y desarrollar sistemas de rastreo de personas estén Bill Gates y Facebook, sabiendo que tanto Gates como Zuckerberg tienen relaciones controversiales con los gobiernos más importantes del mundo.

¿Pero eso significa que todo se trate un gran acto de corrupción que nos tome a todos como conejillos de indias?
Puede que sí, puede que no.

¿Y si la Dra. Mikovits resulta el enemigo creado justamente para ridiculizar su posición, haciéndonos creer que se enfrentan, y distraernos de la atención de otras atrocidades aún peores, en un gran acto de prestidigitación?

¿Cómo podemos evitar esa lucha que toma nuestras cabezas como campo de batalla entre las fake news y la manipulación?

Pues, tomándonos un gran y agotador trabajo que consiste en estudiar a fondo los problemas, investigar sobre la reputación de los actores, reflexionar sobre los intereses que hay en juego, debatir y escuchar opiniones de otras personas, entre otras cosas.

¿Eso nos asegura tomar decisiones correctas? No. Pero al menos podremos conocer mejor cómo las tomamos y por qué creemos lo que creemos. Eso ya es bastante.

jueves, 7 de mayo de 2020

Dilemas


La vida discurre en diferentes tiempos de acuerdo a las expectativas y el momento en el que cada uno se encuentra. Los griegos llamaban Kronos al tiempo cronométrico, el que se puede medir en soles y lunas y Kayros la percepción subjetiva del tiempo.
“El tiempo que dura un minuto depende qué lado de la puerta del baño te encuentres”, bromeaba Marcos Mundstock.
La crisis mundial que trajo el coronavirus catalizó los tiempos vitales.
Dilemas que las sociedades y los individuos enfrentan  a veces, o postergan indefinidamente resurgen en la pandemia e interpelan a la moral colectiva e individual.
Algunos dilemas son reales, es decir, sus opciones son excluyentes y otros falsos, simples falacias argumentativas que pueden desarmarse con pocas preguntas.
Los gobiernos han tomado decisiones que condicionaron sus pasos siguientes. Una decisión  equivocada deriva en un nuevo dilema: ¿Debo volver sobre mis pasos o eso me hará perder crédito?
La pandemia que trastocó la cotidianeidad obligando a la toma rápida de decisiones puso algunos dilemas sobre la mesa:
-          ¿cuidarnos del virus o de la pobreza? Tal vez este sea el mejor ejemplo del falso dilema, no son opciones mutuamente excluyentes, ya que hay forma, como muchos países han demostrado, de cuidarse del contagio y continuar atendiendo las demás necesidades.
-          Cuando escasean los recursos y no podemos atender a todos ¿de qué manera seleccionamos a quienes vamos a atender? Esto vale tanto para los médicos como para los que solicitan ayuda económica.
-          ¿Es mejor centralizar en un solo decisor o descentralizar las decisiones en muchos actores? En el primer caso podemos tomar decisiones rápidas y evitar inconvenientes de coordinación, en el segundo las decisiones se adaptan a situaciones particulares y permiten testear varias soluciones para encontrar la mejor.
-          ¿Se debe decidir pensando en las mayorías o en las minorías? En un caso se elige el menor daño para todos y en el otro la mejor solución posible para cada uno.
-          ¿Tomar decisiones rápidas y efectivas o meditadas y duraderas? La cuarentena por los primeros quince días ha sido una decisión rápida y efectiva para protegerse y tomarse un tiempo para evaluar la situación, pero la extensión del confinamiento trae problemas serios. ¿Nos hemos enamorado de decisiones efectivas y no podemos modificarlas?
-          ¿Privilegiamos las soluciones de corto plazo o las de largo plazo? Decidir para el corto plazo significa apropiarse de los beneficios sin reparar en los costos, por el contrario, las decisiones de largo plazo postergan el beneficio para obtener un bien mayor. La vieja fábula de la cigarra y la hormiga que tan bien se ha verificado en la heterogénea preparación que han demostrado tener los países para enfrentar la pandemia.
-          Muchos países están endeudados y no tienen recursos para enfrentar la crisis, esta situación refrescó viejos dilemas ¿exigir el pago de las deudas o condonarlas? ¿aumentar los impuestos o reducirlos? ¿es ético imponer un impuesto extraordinario a los ricos, siendo que los ricos además son los más viejos?
-          ¿hay que ayudar a las empresas o hay que ayudar a las personas? Si las empresas quiebran ¿cómo se reactiva la economía?
-          Distintas formas de gobierno produjeron buenos y malos resultados, vale aclarar, hasta ahora;  para enfrentar las crisis ¿funcionan mejor las sociedades controladas hasta los más mínimos movimientos o las que cuentan con ciudadanos libres e independientes para tomar sus propias decisiones?
-          ¿Es más conveniente ordenar o recomendar?
-          Cuando la prolongación de la cuarentena o la violación de derechos ocasionados por las medidas nos hacen replantear nuestra relación con el gobierno ¿debemos obedecer o rebelarnos? ¿delegamos nuestra responsabilidad por nuestra situación o nuestro futuro o la asumimos personalmente? ¿esperamos que los que tienen más para perder reaccionen primero o actuamos de inmediato?
-          La pandemia puso al desnudo muchas costumbres y modos de resolver los principales problemas de nuestra vida: ¿Vamos a cambiar la forma en la que nos educamos, trabajamos, protegemos nuestra salud y nos movemos por las ciudades o volveremos a las formas precuarentena?

Estos y seguramente muchos otros dilemas han pasado estos días por nuestra cabeza ¿haremos algo con ellos o serán sueños de una temporada de pandemia?

sábado, 2 de mayo de 2020

El Progre y el Liberal


El liberal es feliz con lo que tiene. El progre es infeliz con lo que tienen los demás.
El liberal intenta descubrir el mundo. El progre espera que el mundo sea lo que él cree que tiene que ser.
El liberal sabe que no sabe. El progre no sabe que no sabe.
El liberal respeta la propiedad. El progre respeta la propiedad propia.
El liberal sabe que tiene el lugar que se merece. El progre cree que el mundo le niega el lugar que se merece.
El liberal ve en una necesidad una oportunidad. El progre ve en la necesidad un derecho.
Para el liberal el mundo es incierto. Para el progre el mundo es injusto.
El liberal busca la causa de los problemas. El progre busca a los culpables de sus problemas.
El liberal odia la pobreza. El progre dice que ama a los pobres.
El liberal cree en la cooperación. El progre cree en la explotación.
El liberal cree en el comercio. El progre cree en el poder.
El liberal cree que las fronteras limitan a su gobierno. El progre cree que las fronteras lo protegen de los extraños.
El liberal se adapta. El progre se enoja.
Para el liberal la vida es bella. Para el progre la vida es lucha.
El liberal no necesita del gobierno. El progre quiere que el gobierno sirva a sus intereses.
El liberal admira a los empresarios. El progre envidia a los empresarios.
El liberal provoca los cambios. El progre espera la revolución.
El liberal crea lo que no existe. El progre quiere un trozo de lo que creó el liberal.
El liberal busca progresar. El progre busca acomodarse.
El liberal ve en el otro dos brazos para ayudar. El progre ve en el otro otra boca para alimentar.
El liberal acepta que se lo juzgue por sus resultados. El progre quiere que se lo juzgue por sus intenciones.
El liberal promueve la igualdad ante la ley. El progre promueve la igualdad mediante la ley.
El liberal festeja la diversidad. El progre quiere que todos sean como él.
El liberal busca la verdad. El progre se cree sus mentiras.
El liberal busca el disenso. El progre le teme al disenso.
El liberal promueve el respeto hacia las minorías. El progre promueve la obediencia a la mayoría.
El liberal se gana la vida produciendo. El progre se gana la vida depredando.
El liberal es evolucionista. El progre es conservacionista.
El liberal confía en la humanidad. El progre desconfía de la humanidad.
El liberal promueve el capitalismo. El progre se aprovecha del capitalismo.
El liberal conoce al socialismo. El progre no se reconoce socialista.
El liberal aspira a la justicia. El progre aspira a legislar todo.